
Este lunes 2 de enero publico entrada doble. Bueno, en realidad sólo he redactado hoy una entrada. La anterior quedó lista el pasado jueves y programada para aparecer en la web esta mañana. Así me aseguré de publicar en lunes (es el día en el que paso por la plaza virtual y pongo en hora los relojes de la blogosfera, Ángel dixit), independientemente de los avatares de la vuelta a mi despacho tras la conferencia de Orense. Pues bien, hoy he asistido al acto académico-festivo más importante que jalona la vida universitaria: la lectura y defensa de una Tesis doctoral. En este caso, correspondiente a nuestro ya Doctor Angelico, a quien doy la bienvenida en la comunidad académica. Ingresa en la Academia con una Tesis trabajada y un futuro investigador que le auguro brillante. Del acto de defensa -que ha adolecido de una puesta en escena exótica por parte de los miembros del Tribunal- conservaré el recuerdo de las últimas reflexiones de Ángel, referidas a la diferencia entre religiosidad y clericalismo. Me cuadro, con la mano en el pecho, y te doy la bienvenida a la comunidad académica: larga vida.
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En la imagen: detalle de "El caballero de la mano en el pecho", de El Greco (1584, Museo de El Prado).
Así que una leve tilde, una mano en el pecho, una alusiones vagas a Orense... Pero ¿dónde está la alusión a mi clara superioridad moral y física?
ResponderEliminarY no me vengas con lo de que ya me tenías calado.
He llegado a tu blog porque acabo de leer tu comentario a una tontería mía sobre Wittgenstein. Tus artículos me parecen brutales.Se puede aprender mucho leyéndote (y pienso hacerlo).Así da gusto comer de la tarta de la filosofía.
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