Con 2012 he estrenado remodelación estética del blog; me gustaría hacer lo propio con alguna de mis opciones, digamos así, “políticas”. Entre ellas, mi hastío de la televisión española. Mucho he dicho en contra del deslizamiento hacia la mediocridad de cadenas como Antena 3, La Cuatro o, sobre todo, Telecinco – cadena que, como polizonte que sabotea el timón de un barco, bien haríamos en arrojar lejos de nosotros junto con todos los enemigos de la convivencia. Pero no quiero hablar hoy de esto: año nuevo, vida nueva.
Durante
las vacaciones de Navidad, entre otros quehaceres, he visto la tele. En mi apartamento prefiero recluirla calladita en una habitación clausurada.
Pero he pasado unas maravillosas vacaciones en casa de mis queridos padres. Y gracias a ellos he
descubierto una cadena que me ha hecho reavivar un rescoldo de esperanza.
Valiosos
documentales, como el dedicado a Rutka, el alter
ego polaco de Anna Frank; ficción de interés, como la miniserie
sobre el cardenal rojo Tarancón;
preciosos conciertos, como la gala musical retransmitida desde el puerto de
Santa Cruz de Tenerife... La 2 se ha convertido en el reducto de la sensatez televisiva en
nuestro país. Le dedico la primera entrada del blog en este año. Así me hago,
yo también, algo más sensato.
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En
la imagen: logotipo de La 2, segunda
cadena de la Televisión estatal española.
3 comentarios:
Ahora mismo, la que estoy disfrutando más es La Sexta 3. Todo el tiempo echando películas, la mayoría clásicos.
Yo me decanto por, en 24horas, La noche en 24horas, tiene algo, y no me pregunten por qué, del fervor que significaba Qué Grande es el cine. Aunque, en primer lugar, María Cárcaba y J.M. de Prada, con sus Lágrimas en la lluvia
La verdad es que los programas que indicáis tienen algo de ese "fervor". La tele puede ser una gran cosa, un canal de comunicación auténtica. ¡Saludos!
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