Hay dos usos de la
libertad. Con uno construimos, ponemos luz en la oscuridad, nos hacemos más humanos.
Con el otro seguimos la llamada ancestral a colocarnos en el centro del cosmos
y someterlo a la tiranía de nuestro deseo. El uno y el otro conviven en la
tragedia de la historia; magnifican o corrompen lo que tocan.
Los teléfonos móviles,
internet o Facebook fueron diseñados para comunicar y acercar. Las
instituciones educativas, para iluminar la mente y el corazón. Sin embargo, a
través de ellos se está vehiculando la llamada salvaje del egoísmo ancestral.
Nos lo acaba de recordar la existencia de Gauthier, Amanda, Felicia, Tim y
Mónica y su amargo desenlace.
Gauthier, de 18 años, se
suicidó el pasado 10 de octubre en Brest (Francia) a causa del chantaje al que
le sometía un desconocido amenazando con divulgar por internet imágenes suyas
desnudo. Por idéntico motivo se quitó la vida el mismo día Amanda Todd, de 15
años, en Canadá y se arrojó a las vías del tren Felicia García, poco después,
en Nueva York. Tim Ribberink, de 20 años, murió el 1 de noviembre en Tilligte
(Holanda) tras años de sufrimiento en la escuela y de ciberacoso. Mónica J., de
16 años y residente en Torralba de Calatrava (Ciudad Real), no soportó un
probable acoso escolar; falleció el día 13 de noviembre.
“Con lo más hermoso que
teníamos nos ha sobrevenido lo más terrible”: estas palabras figuran en la
esquela publicada por la familia Ribberink. Han decidido “alentar un debate
nacional, internacional si cabe, sobre el matonismo”; lo afirma Marinus van den
Berg, sacerdote colaborador de la Asociación holandesa de Padres que han
perdido a sus Hijos (El país,
07/11/2012, p. 33). En mí, unido como estoy a la indómita Holanda –una de mis
patrias europeas– por años de vida y afecto, esta llamada resuena con fuerza.
El fenómeno del matonismo
no resulta nuevo. Pertenece a la entraña más negra de la historia el hacer uso
de la libertad para sembrar las flores marchitas de la desolación. El acosador
alimenta su narcisismo haciendo sangre de las diferencias. Pero hoy se nutre de
instrumentos creados para acercar e iluminar. Si nuestra sociedad es incapaz de
hacer frente a su dejación de responsabilidades, si está dispuesta a abandonar
a sus jóvenes a la alienación y a una suerte incierta, ésta es una pregunta que
sólo nosotros podemos responder.
__________
Artículo propio publicado en el diario Información, edición de Elx / Baix
Vinalopó (22/01/2013, p. 29). En la imagen: fotografía propia (tomada en
Andalucía, 26/09/2010).
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