Las próximas europeas constituyen una encrucijada
histórica. Y cada partido ha presentado, a modo de brújula, sus propuestas. A
mi juicio, el cotejo de los programas arroja un balance sorprendente. Los
partidos con experiencia de décadas en las instituciones europeas (PP y PSOE)
han presentado textos genéricos y poco articulados; en cambio, las otras dos principales formaciones (IU y UPyD) han llevado a cabo un notable esfuerzo reflexivo.
El
programa del PP llama la atención. En primer lugar, por su envergadura: 119
páginas. En segundo, por su escasa índole europeísta. Nuestro papel en los
comicios es contemplado en clave de beneficio nacional: “Hacemos de la defensa
de los intereses de España en Europa nuestra principal política comunitaria”
(p. 8); lo cual equivale a decir: nuestra política comunitaria es, en realidad,
local.
En
tercer lugar, el programa sorprende por su vaguedad. Las primeras quince
páginas exhiben objetivos genéricos. Los siguientes epígrafes mantienen esa
tónica, trufados de alusiones a éxitos precedentes y sin descender a detalles. Así,
cuando se aborda la familia como objetivo estratégico, las primeras dos soluciones
(de cinco) son la “progresiva convergencia de las políticas familiares en los
Estados miembros” y la “mejora de las políticas familiares” (p. 32). Pareja indefinición
afecta a los apartados sobre empleo, educación, cultura, innovación o energía. Resulta
sangrante que se ventile el tema educativo en tres páginas (en la primera, un diagnóstico;
en la segunda, una gran foto; en la tercera, algunas propuestas tan genéricas
como “promover el desarrollo de la excelencia” y “fomentar la adquisición de
competencias básicas”, p. 39). Más concretas resultan la sección sobre igualdad
o las dedicadas a telecomunicación y transporte, agricultura y pesca (que,
además, cuentan con un suplemento en los programas regionales).
En
general, se aprecia que se confunde metas y objetivos con propuestas y medios
para alcanzarlos. Todo ello convierte el texto en una declaración de
intenciones con escaso valor programático. Habría que preguntarse si el
conocimiento de las instituciones europeas que posee Miguel Arias Cañete
contrarresta la liviandad del programa.
Se
trata de una ligereza que comparte la propuesta del PSOE. Pero a ella me
referiré en el siguiente post.
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Extracto del artículo propio “Cuatro programas para
Europa”, publicado en el diario Levante de
Valencia (16/05/2014, p. 30). En la
imagen: fotografia de Samuel Ronnqvist (fuente: flickr.com).
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