miércoles, 9 de marzo de 2011

Almas ausentes, almas presentes


Acaba de aparecer mi último libro: Filosofía y ciencia en Hipatia. Que la editorial Gredos –con Manel Martos al frente y asesorada por Carlos García Gual– haya apostado por la publicación constituye para mí un motivo de profundo agradecimiento. He querido especialmente este libro, lo he buscado y lo he cuidado como se hace con alguien unido por lazos de afecto: y es que he aprendido a estimar a Hipatia y a Sinesio como a amigos que pueden prestar consejo en épocas de incertidumbre. La redacción del texto tuvo lugar en un período de mi vida –el “año sabático” que comenzó en septiembre de 2009 y concluyó en agosto de 2010– que en el periplo existencial de la pensadora alejandrina y de su discípulo cirenaico encuentra, en cierto sentido, un espejo en el que he podido mirarme y a través del cual ganarme de nuevo.

El libro, con prefacio de Alfonso García Marqués, va dedicado a buenos amigos con quienes compartí las luces y las sombras “de una promesa ahora marchita, que vive en nuestro recuerdo”. In pectore lo he dedicado a alguien más. Alguien de quien bien se podría predicar lo que García Lorca canta en la sección conclusiva de su Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (“Alma ausente”):

Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,
un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.

Mi tío José falleció hace muy poco. Tenía, como Hipatia y Sinesio, un espíritu inquieto, apasionado por el conocimiento, radical en sus elecciones e indómito. Como Sinesio, él hubiera podido exclamar:

¿Por qué debo yo ser esclavo de una imposición, cuando me es posible disfrutar hasta la saciedad de mi autonomía y llevar mis discursos a donde me parezca que han de llevarse, sin que me juzgue la indiferencia de los oyentes, sino conmigo mismo como mi propia medida? Ésta es la suerte que me concedió la divinidad: estar sin amo y ser libre.

Almas ausentes que tejen la trama eterna de nuestra existencia: almas presentes.

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En la imagen: portada de Filosofía y ciencia en Hipatia (Gredos, Madrid 2011). La cita de Sinesio está extraída de su obra Dión, en la traducción de F. A. García Romero: Himnos. Tratados (Gredos, Madrid 1993, p. 386).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pedro Jesús:
Acabo de comprar tu libro y quería felicitarte y darte las gracias. Porque a través de él podré seguir libando de tu sabiduría, para crear mi propia colmena de miel cultural. Además, como dice en el Prefacio: "... tenemos una enorme deuda con nuestro padres, pues nos han dado el vivir, pero aún más con nuestro maestros, pues estos nos han enseñado a vivir bien.
Gracias a ti, descubrí el interés por el mundo de la filosofía.
Tu ex-alumna
Catibel

Anónimo dijo...

Critica en "El Pais".Corta, escueta, pero buena. Enhorabuena.

Pedro Jesús Teruel dijo...

Gracias, anónimo, por tu indicación relativa a la crítica en El país. Que la escribiera Carlos García Gual es para mí todo un honor.

Otra visitante del blog me envía un mensaje: "Me va a encantar leer tu libro, para poder descubrir un poco más de mí por ti (...) Y aunque aún no haya tenido el valor de tomarme ese año sabático, aun creyendo que nunca pueda hacerlo, sin embargo tu libro va a acompañar mi verano y será como ese año sabático". ¡Qué hermoso mensaje! Cuando hablas de "descubrir un poco más de mí por ti" estás reflejando ya la dialéctica que se establece entre Hipatia y Sinesio en la investigación que me condujo a publicar el libro. ¡Aprendemos unos de otros!