miércoles, 25 de mayo de 2011

Elecciones municipales y autonómicas en España / 2_Tomar nota de la pluralidad real

















Los análisis realizados al socaire de los comicios están desenterrando cuestiones de interés para la comprensión de la cosa pública en España. En la Tribuna de El mundo de hoy, Antonio García Santesmases publica un extenso artículo de opinión bajo el título “La emergencia de una nueva izquierda”. García Santesmases fue mi profesor durante los cursos de Doctorado en la UNED; lo aprecio por su talante y por su enseñanza.

A lo largo del texto aparece una panorámica de las cosmovisiones políticas que me da que pensar. “En España,” apunta el autor, “después del 22 de mayo se dibujan dos mundos y dos universos. Una fuerte cultura de derechas liberal, conservadora, católica, que tiene grandes diferencias en su concepción de la nación pero que tiene grandes coincidencias en las medidas empresariales, fiscales y laborales que hay que desarrollar. Frente a ese bloque hegemónico una socialdemocracia que sabe que, a partir de ahora, el voto útil no funciona para la nueva generación” (El mundo, 25/05/2011, p. 23). A esa izquierda se sumaría el contingente de indignados que replantea “muchas de las reivindicaciones de la izquierda radical: la separación Iglesia-Estado; el apoyo a la memoria republicana; la defensa de los derechos sociales; la apuesta por una banca pública; la crítica a una Europa sometida a los dictados del capital”.

Yo diría que esta visión se nutre del mismo problema que Santesmases intenta desentrañar. La realidad es mucho más plural y compleja. Comenzando por la atribución de etiquetas que he reproducido supra: ¿son los liberales católicos? ¿Son los católicos liberales? No existe una identificación, en línea de principio, entre ambas visiones de la realidad (a menos que se reduzca ‘católico’ y ‘liberal’ a una mera caricatura); tampoco existe esa equivalencia en el plano de los hechos, como demuestra la extracción de algunos partidos políticos. ¿Constituye la separación Iglesia-Estado una seña de identidad de la izquierda radical? Cualquier cristiano que se precie de serlo identifica ese contubernio como algo profundamente ajeno a la fe. La defensa de los derechos sociales, ¿integra un patrimonio exclusivamente “de izquierdas”? A la vista de la política globalizada –y, en muchos aspectos, intercambiable– de los distintos partidos, parece que no.

No afirmo que las fronteras ideológicas se hayan diluido; sí, en cambio, que las netas dicotomías aludidas pertenecen a una confrontación decimonónica. Mantenernos en ese imaginario no nos ayudará a avanzar. Atendamos a la pluralidad real de la sociedad y abandonemos enfrentamientos atávicos. Eso sí, con García Santesmases estoy de acuerdo en uno de sus corolarios: la nueva generación abomina del voto útil. Demasiado nos hemos sometido a esa consigna, que ha alimentado el monstruo de lo que Rosa Díez llama el “bipartidismo obligatorio”: una rémora de la que empezamos a desprendernos. Como también lo es, probablemente, que la socialdemocracia haya de ser identificada con el PSOE. La emergencia de una nueva izquierda ha de significar, entonces, algo más que la inmolación –anunciada, pero no por ello menos escalofriante– de un presidente.

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En la imagen: detalle de una de las manifestaciones convocadas por la red “Democracia Real Ya” (15/05/2011). Fotografía de Arribalasqueluchan (fuente: flickr.com).

1 comentario:

mensajes claro dijo...

Lo importante en las elecciones es conocer las propuestas y promesas de los politicos , Ademas se debe de votar con conciencia.