sábado, 14 de mayo de 2011

Lorca en el corazón



















Desde la noche del pasado miércoles, los días han estado surcados por una llaga de la que brotan asombro y desolación a la par. Nadie pudo prever que un seísmo conmovería los cimientos de Lorca. Inusitadamente dañino por su carácter superficial y por la confluencia de diferentes circunstancias orográficas, el terremoto ha segado las vidas de nueve personas, ha desalojado a miles de lorquinos de sus hogares, ha asolado el patrimonio urbano y artístico y sumido a todos en el desconcierto.

Lorca es mi ciudad natal. La dejé coincidiendo con el inicio de mis estudios universitarios; sin embargo, nunca la he abandonado del todo: me unen a ella lazos de sangre y de memoria. Estos días se encuentra en el corazón de muchos. Desde que se conoció la magnitud del desastre, desde distintos rincones de España y del planeta he recibido llamadas, mensajes de teléfono móvil y correos electrónicos de personas queridas a las que he procurado responder sin demora y que se interesaban por los míos: se encuentran bien, sólo han sufrido daños materiales en las viviendas, han dejado Lorca –como decenas de miles– mientras no se recobra la normalidad suficiente como para proseguir allí cada uno con sus tareas. La solidaridad desde lejos y cerca, la cercanía simbólica y efectiva, el trabajo in situ de técnicos y fuerzas de seguridad teje la trama de unas jornadas que permanecerán, grabadas a fuego, en la memoria individual y colectiva: son días de fraternidad, de ayuda, de civismo.

Mientras tanto, la perspectiva de la reconstrucción se agiganta a medida que se cobra conciencia de lo que está por venir: el renacimiento de una ciudad postrada, cuyas ruinas milenarias han de ver de nuevo la pujanza de una vida afable y hermosa. __________
En la imagen: interior de la iglesia de Santiago tras el seísmo, en fotografía de A. Periago (fuente: flickr.com).

1 comentario:

Anónimo dijo...

En estas situaciones sale a flote lo mejor y lo peor de cada casa. Ahora resulta que se está practicando la usura entre los propios lorquinos, con el tema de los alquileres, que inmigrantes de los pueblos de los alrededores fueron al Huerto de la Rueda haciendose pasar por damnificados para que les diesemos alimentos, están empezando los saqueos en los domicilios afectados,etc....La desolación que me producen estos hechos y los que quedan por venir es peor que la del terremoto en sí.La misma desolación que me produce el saber que no hemos tenido la respuesta que esperabamos todos desde Patrimonio en Murcia para poder salvaguardar todo lo que nos queda de patrimonio y eso que estamos en campaña electoral.